Si tienes un hijo en edad escolar esta frase te debe ser muy familiar. Los niños, niñas y adolescentes de hoy ya no aprenden como lo hacíamos nosotros, y esta es una realidad tanto en las escuelas públicas como en las privadas.
Solo por poner un ejemplo, los «cursos» tienen ahora otros nombres y las calificaciones han cambiado los números por las letras. ¿Has notado que los ejercicios y tareas son menos repetitivas y están más vinculadas a situaciones de la vida diaria?
Pues resulta que el «corazón» de la educación se está poniendo en forma, como lo exigen los tiempos actuales. Desde el 2012, el Ministerio de Educación ha iniciado la construcción de un nuevo Marco Curricular que condensa las competencias que deben desarrollar los estudiantes, alrededor de ocho aprendizajes fundamentales. Una vez aprobado, estos aprendizajes son los que se deberán ir logrando desde la educación inicial hasta finalizar la secundaria. Sin duda, se trata de una de las reformas más esperadas, urgentes e importantes en materia educativa, y cuyo impacto toca a todas las familias de nuestro país, sin excepción.
Ahora bien, una política pública de tal dimensión y trascendencia debe considerar una estrategia de comunicación, con el presupuesto necesario, que garantice el derecho de los ciudadanos a estar informados sobre las decisiones que se están tomando en esta materia.
El año 2013, el Ministerio de Educación realizó una serie de diálogos regionales con distintos actores de la comunidad educativa nacional, pues se estaba en fase de consulta. Se buscaba recoger aportes a la propuesta curricular desde la ciudadanía. Este proceso fue acompañado por una campaña masiva de sensibilización denominada «aprendizajes para la vida» que estuvo centrada en los ejes de matemática, comunicación, ciencia y ciudadanía. Asimismo, el programa radial “La Buena Educación”, que se emite semanalmente hasta la fecha por Radio Capital, Radio Felicidad y Radio Nacional, acompañó este proceso brindando consejería a los padres de familia para apoyar el aprendizaje de sus hijos en la escuela.
Hubiera sido deseable que el 2014 se produjera una intervención comunicacional aún más amplificada, con mayor impacto, mucho más movilizadora y dialogante, dirigida a todos los públicos posibles, pues en este tema no hay excepciones publicitarias. No obstante, la voz pública del ministerio en esta materia ha bajado el volumen.
Una campaña comunicacional masiva de este tipo requiere una presencia sostenida en el tiempo, para que los mensajes logren hacerse de un espacio en la mente de todos los peruanos, para que sepan qué está cambiando en la educación de sus hijos, por qué es necesario que cambie, para qué, cómo se está llevando a cabo este proceso y cómo podemos colaborar con los estudiantes y sus maestros para que logren los nuevos aprendizajes demandados.
Es evidente también que el tema comunicacional está ausente en la agenda pública. Pareciera que los comunicadores, periodistas y medios no han dimensionado aun lo que está en juego. No perdemos la esperanza de que pronto tengamos nuevamente una campaña comunicacional que difunda y promueva los aprendizajes fundamentales, que convoque a líderes de opinión, medios de comunicación, expertos, maestros, padres de familia, estudiantes y a cada uno de los ciudadanos de este país.
Autor: Paola Baltazar Zúñiga
Fotografía © La Buena Educación-MINEDU
Lima, 03 de noviembre de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario