Pilar Pozner
«El rol de dirección ha ganado en complejidad y exigencia y ha aumentado también en significación para aquellos que aprenden a dirigir el cambio y se encuentran respaldados en su trabajo» (Michael Fullan)
Quien en estos tiempos se involucra como profesional de la educación, necesita hospedar el deseo de cambiar, así como el saber para realizarlo. Necesita asimismo la paciencia casi infinita y activa para lograrlo. Es asomarse a la incertidumbre, y no ocultarla. Es descubrir en lo cotidiano la pasión por lo que se hace, es decisión, realización, reflexión, enhebrado, sedimentación, evaluación y balance. Gestión y liderazgo articulan las acciones constantes y urgentes, con las prioridades y elecciones de largo plazo cuando de escuelas se trata. Esto implica trabajar en el presente, reconociendo un pasado, pero apuntando a un futuro de mejora sustentable, trabajando por una vida escolar rica y poderosa para formar a todos los estudiantes de la institución.
Si las escuelas son instituciones de enseñanza, habría que preguntarse ¿cómo podrían las escuelas desarrollarse para ser mejor escuela? ¿Qué cambios hacen falta? ¿Quiénes debieran impulsarlas? ¿Podemos pensar que hoy día también las escuelas requieren seguir aprendiendo para afrontar los nuevos problemas y dilemas?
Se requieren aprendizajes de carácter colegiado, realizados en el desarrollo y fragor de la práctica; me refiero a los aprendizajes institucionales que, si bien implican el aprendizaje personal de cada uno de los integrantes que componen el equipo escolar, no se limitan individualmente solo a ellos. Se impone una cultura de trabajo que valore la conciencia, la reflexión, la coherencia, la invención, la creatividad sincera, la resolución de los problemas que se presentan, así como la capacidad de seguir aprendiendo a ser docente de los actuales estudiantes. Y para ello hacen falta tiempos y espacios sistemáticos para orientar la forma de hacer escuela y los valores que la sustentan. En definitiva la convocatoria es poner en marcha en las instituciones una inteligencia ética y compartida.
Una Mirada de Maestro: Soy maestro de carrera.La verdad es que nuevo nuevo no es lo que se plantea. Lo que pasa es que muchos de los hoy llamados maestros no son de carrera.Los gobiernos de turno reclutaron a mucha gente sin vocación, los pusieron al frente, les dieron una caja de tizas y una "biblia" llamada programa de estudio y ellos sencillamente hacían lo que podían, luego les exigieron que estudien e iban a profesionalizarse de la peor manera. Recuerdo que en un instituto me toco ayudar a un profe...y los alumnos profes-alumnos..no sabían hacer ni el más mínimo trabajo de investigación, al final aprobaron, no se como y se graduaron pagando un proyecto que nunca lo realizaron. Esos docentes ahora están por los 50 años.....¿podrán ellos ser parte del cambio?
ResponderEliminarBuena cantidad de maestros Llamados de carrera se creen que son lo máximo:" con tanto título en su haber. En la práctica hacen precisamente lo que líneas arriba tanto critican a un Maestro de profesionalizan.Déjenme decirles que actualmente varias Direcciones, sub-direcciones jefaturas de las I.E. se encuentran dirigidas por maestros de Profesionalización que tuvieron que concursar para estar donde están , a mucha honra, seguir superándose y creciendo profesionalmente. Por esta y muchas más rasones no debemos olvidar que en la viña del señor ,existe en toda religión y profesión buenos y malos . Creo que no es ningún delito haber seguido profesionalización como lo hacen ver...
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